tortilla de patata, cebolla y pimiento verde |
¡Estoy de vuelta! Y retomo el blog con unas ganas tremendas de compartir con vosotros nuevas recetas que he ido probando durante estos meses de ausencia.
Ahora no es que tenga más tiempo, para qué engañarnos. Pero sí que me ha vuelto la motivación a la hora de inventar y cocinar, por lo que saco tiempo de donde sea para hacer platos nuevos, cuantos más mejor!
He de deciros que he dado el paso definitivo a la alimentación vegana, por lo que las recetas a partir de ahora serán ya 100% libres de productos animales. La mayoría ya lo era, solo alguna hay por ahí que incluya algo de queso. Antes sí que consumía de vez en cuando productos lácteos y huevos, pero tanto por motivos éticos como por salud he tomado esta decisión y he de decir que estoy muy satisfecha. No podría encontrarme mejor! Además mucha gente de mi alrededor se va sumando al veganismo y es genial intercambiar recetas, consejos...
Hace unas semanas mis vecinos, que también se sumaron a la dieta vegana, cenaron con nosotros en casa y trajeron una tortilla de patata que estaba de rechupete. Y tenía que probar a hacerla en casa, por supuesto! No solo está riquísima, si no que es fácil y se hace igual de rápida que la tortilla española de toda la vida.
Yo le añadí cebolla y pimiento verde para darle otro toque, pero eso ya va a gusto del consumidor ;)
Tiempo de preparación: 35-40 min aprox.
2-3 personas (si sois comilones como nosotros)
Sin gluten
Ingredientes;
4 patatas medianas
1/2 cebolla
1/2 pimiento verde italiano
10 cucharadas colmadas de harina de garbanzos
Agua
1/2 cucharadita de cúrcuma molida
Una pizca de ajo en polvo
Sal
Aceite de oliva o girasol para freír, según vuestras preferencias.
Preparación:
Calentamos suficiente aceite en una sartén para freir las patatas.
Pelamos las patatas y las cortamos primero por la mitad y luego en rodajas de medio centímetro de grosor. Cuando el aceite esté caliente las ponemos a freír. Bajamos el fuego un poco, las patatas no tienen que quedar fritas si no "cocidas" en el aceite.
Picamos la cebolla y cortamos el pimiento en daditos pequeños. Sofreímos hasta que estén blanditos y reservamos.
En un bol mezclamos la harina de garbanzos con la sal y las especias. Vamos añadiendo agua mezclando sin parar hasta conseguir la consistencia similar al huevo. Añadimos la cebolla y el pimiento.
Cuando las patatas estén hechas, es decir, si empiezan a deshacerse al moverlas, las escurrimos bien e incorporamos al bol con el resto de los ingredientes. Movemos con cuidado todo hasta que se quede una mezcla homogénea.
Ahora ponemos aceite de oliva a calentar en la sartén que hayamos escogido para hacer la tortilla. Cuanto más pequeña la sartén, más gordita quedará. Si la preferís fina, coged una sartén más grande (obviamente jeje)
Echamos la mezcla a la sartén y con una pala de madera igualamos. Ahora dejamos que se haga a fuego medio-bajo. Tardará unos 8-10 minutos pero recomiendo que la levantéis un poco por un lado cuidadosamente para ver si ya se ha dorado. Entonces llegó la hora de darle la vuelta, con un plato o como lo hagáis normalmente. 5-7 minutos más por el otro lado y ya está lista!
La consistencia es bastante densa, y de sabor queda muy buena! Nosotros la acompañamos de ensalada y algo de pan tostado... pero un bocata con su veganesa y tomate en rodajas tiene que estar de muerte!! A la próxima probaré con harina de arroz, que he leído que se queda una textura más ligera, ya os contaré!
Espero que la probéis y que os guste!
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